Hecha para nadie; descosida con agujas y remendada con alambres.
Un intento de muñeca reparada que acabó olvidada en el estante.
Quieta, callada, observadora de tanto amor a su alrededor pero carente de amante.
Fría, inerte, derramando lágrimas vacías mientras sueña con encontrar a esa alma que tampoco esté hecha para nadie;
descosida con agujas y remendada con alambres.
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