viernes, 26 de noviembre de 2010

Tu mundo

Y caes...
Te volviste a levantar para seguir adelante,
luchaste por esas ilusiones inalcanzables
tan imposibles que te negabas a claudicar,
porque la victoria de algo difícil te alimentaba más.

Tu tiempo...
Tan valioso que lo dejaste escapar,
tantas cosas que podrías haber hecho,
tantas vivencias reales de las que nutrirse
y al final todo quedó a medio acabar.

Tu verdad...
Cambiaste la realidad por tu mundo ideal;
quisiste imaginar que todo sería perfecto,
que de tus esfuerzos saldrían buenos frutos
pero descubriste que tu mundo era mentira.

Sin venda en los ojos...
Descubres el tinglado que has construído estos años,
quisiste huír de la falsedad por lo que forjaste una propia;
te protegiste de tu vida a través de esos sueños
que no fueron más que el reflejo de tus miedos.

Y lloras...
¡Cuánto desasosiego en tan solo un momento!
Nada ha cambiado, sigues siendo ese cubo en el pozo
que a veces subes, que otras veces bajas,
pero al final del día siempre terminas ahí, en el fondo.

La oscuridad...
Miras al cielo suplicando que te deje ser,
que te libere de engaños en los que aún crees,
pero las nubes comienzan a teñirlo de negro
y tus esperanzas desaparecen al compás del viento.

Tu batalla...
¿Por qué intentarlo una vez más si sabes el final?
Te llenas de optimismo, luchas sin rendirte, pero pierdes.
¿Este es el desenlace que te va a esperar siempre?
Entonces... para qué seguir creyendo que algún día cambiará.

Resígnate...
Va a ser así, sabes que naciste para no avanzar,
ni siquiera valoras tu existencia porque quizás no existas,
al final, detrás de una gran verdad hay siempre una gran mentira,
sigue en tu mundo de fantasías porque esto no va a mejorar.