jueves, 24 de febrero de 2011

Mentiras en la red

Hipócrita sociedad que necesita una máscara para ocultar la verdad. Individuos sin personalidad que se avergüenzan de su vida y cubren su alma con un tupido velo para esconder sus decadencias. Gente sin escrúpulos que utilizan los sentimientos de los más ingenuos para obtener un beneficio mental a corto plazo; sólo alimentan sus fantasías sin llevarlas a cabo a la realidad, todo su mundo se nutre de mentiras.

Maldito día en que inventaron las redes sociales y los chats. Aportaron una herramienta más a esos bastardos para cubrir sus espaldas y les dieron una nueva oportunidad para llevar a cabo sus planes perversos y carentes de sentido.
Siento repulsión por ellos, pero también siento pena y los compadezco. Sus vidas deben de ser tan tremendamente tristes que sienten la necesidad de inventarse una historia paralela, una que les aleje de su rutina diaria y les haga olvidar que tan solo son una figura de porcelana de los chinos, ese objeto poco valioso que nadie quiere y que acaba guardado y olvidado en lo más alto del estante. ¡Pobres!
Precisamente eso quieren, olvidar. Olvidar a pesar de que tiren su orgullo por la borda y hagan daño a esos incautos que ponen todo su corazón en conocer a alguien especial que les haga evolucionar como personas. Sí, no sienten empatía; podríamos compararlos con los psicópatas, personas con un fallo en su cerebro que les incapacita a amar, a entender las emociones de los demás y diferenciar el bien del mal, solo que los mentirosos sí saben esta diferencia.

En mi más sincera y humilde opinión, no hay necesidad de mentir. Todos tenemos algo bueno que aportar a los demás, estamos llenos de diferentes cualidades que aportarían sabiduría a otros. Todos tenemos la capacidad de dibujar sonrisas en los rostros y crear latidos en los corazones, tan sólo debemos descubrir nuestras mejores cualidades y sacar partido de ellas. Porque nadie es mejor que nadie cuando mostramos nuestro verdadero yo.

viernes, 11 de febrero de 2011

Amor, romance o pasión


Quizás todos nos hemos preguntado alguna vez si verdaderamente hemos conocido el amor pues dicen que es como el mito de los fantasmas, todos hablan de ellos pero muy pocos los han visto. Yo aún no he tenido el placer de conocerlo, o tal vez he tenido la suerte de no toparme con él, pues es el sentimiento más hermoso cuando lo vives recíprocamente pero también el más ruin de todos cuando acaba; por amor se cae en depresión, se suicida y se mata, ¿para qué conocerlo? Mejor vivir un romance o una noche de pasión y pensar que eso es amor.

La evolución por desgracia nos obliga a querer encontrar una pareja afín a nosotros para depender de ella y alcanzar la completa felicidad, pero muchas veces no es la adecuada. Podemos estar con una persona únicamente por cariño, compañía, sexo o compromiso, pero no llegar a ser amor, sólo una amistad especial. Es triste confundir todas esas emociones con el enamoramiento ya que viviremos en una completa farsa que nos impedirá alcanzar esa felicidad soñada, por eso amigos míos analizad hasta el último resquicio de vuestra relación, porque quizás sólo sea un espejismo que no te deja avanzar por el camino de la verdad.

Entonces, ¿Qué es el amor?
Aquel sentimiento que comienza con una gran amistad que abarca a la confianza, dinamismo, compañía, empatía, respeto y afecto durante meses o incluso años. Aquella emoción que te hace echar de menos a esa persona cada día que no sabes de ella, que con tan sólo escuchar su voz por teléfono te hace estar más tranquilo y feliz; esa misma que hace que tus días se pasen más rápidos y ni siquiera tengas tiempo para pensar en que quieres tontear con alguien más. Es esa relación que comienza con un apasionamiento inesperado y arrebatador, prosigue con un pequeño romance de ensueño y acaba formando un perfecto equilibrio de intimidad, pasión y compromiso llamado amor pleno.

Siento ser hoy tan escueta, pero no puedo hablar de algo que no conozco.
A su vez me entristece pensar que estamos programados genéticamente para depender de alguien como si de una droga se tratase, ¿quién puede decir que es independiente al cien por cien? Nadie, pues quien no tiene una vida afectuosa segura sufre las consecuencias en forma de trastornos psicológicos, pero no desesperéis si aún no habéis encontrado esa estabilidad, recordad que lo más importante es conocer a la sociedad con el único pensamiento de hacer amistades nuevas, a partir de ahí todo surge si consigues echar de menos a esos amigos y decirles que los quieres.

A petición del lector Black J. 
Tema: diferentes vertientes del amor.

viernes, 4 de febrero de 2011

Destino o coincidencia


Nunca creí en el destino, los sucesos enlazados me parecían una mera coincidencia, quizás por mi desmotivación en la vida la cuál no valoraba, ¡estaba tan ciega! Me rodeaba de gente que no aportaba nada a mi desarrollo personal, claro que yo a ellos tampoco. Me limitaba a estar, no hacía nada por conocer gente interesante, pero tampoco expulsaba de mi vida a esa basura que atrancaba mi puerta. Siempre pensé que estaba destinada a rechazar a las personas para dejarlas avanzar en la vida porque yo no amaba, sólo les rompería el corazón; un rechazo mío era la felicidad de la otra persona la cuál unos días después encontraba al amor de su vida. Pensaba que mi función en este mundo era servir de amuleto a los demás y que alguien como yo no merecía esa suerte. 
Pasaban los años y seguía ensimismada en mi mente caótica llena de penurias y mentiras. Los días cada vez se hacían más largos y duros; despertaba sin fuerzas y pensando... “Otro día más que soportar”. Había olvidado lo qué sentía cuando era joven, cuando era feliz. 

Sentada al borde del precipicio apareció mi ángel de la guarda: - ¡No te tires! No tienes depresión, sólo necesitas aprender a amar para que los demás te amen.
Miré hacia atrás y allí estaba, un hermoso ser que desprendía una luz cálida llena de paz. Apareció de la nada, cuando menos lo esperaba pero más lo necesitaba. Al principio no daba crédito a esa aparición, pensé que no era más que mi conciencia hecha materia, por lo que no le prestaba demasiada atención, sin embargo, tenía que vivir los días posteriores escuchándolo decir que esa tristeza la provocaba yo, que debía cambiar mi actitud y aprender a valorar los pequeños detalles. 
Día tras día, noche tras noche la misma retahíla... “¡Cambia, cambia, cambia! ¡Y podrás avanzar!” Una mañana mi mente se abrió. Me levante con energía, llena de vida y ambición; tenía ganas de mostrar mi amor a todo el mundo, quería ser mejor persona y sacar sonrisas por doquier, ¡esa es mi función! ¡Cómo no pude darme cuenta de las señales! Cada suceso es una pieza del puzzle de tu vida, sólo hay que saber unirlas; rechazaba porque no estaba preparada para amar a esas personas, pues no me quería ni a mí misma. Encontraban el amor al par de días para que yo me diese cuenta que ellos avanzaban y yo seguía estancada, algo estaba fallando en mí. Ciertas amistades fracasaban porque debía ser así, no tenían ningún valor para pertenecer a mi vida. Topé con ese ángel porque tenía que suceder tarde o temprano, estábamos destinados a conocernos para ayudarnos mutuamente y caminar por el sendero de la oportunidad. Si hubiese sabido a amar no hubiese estado depresiva, por consecuente nunca habría rechazado a nadie y no me consideraría un amuleto de la suerte; también hubiese tenido el valor de echar a esos inútiles que me hacían retroceder en la vida, y hubiese llenado esos huecos con gente productiva con la que compartir mi tiempo, por tanto, no habría tenido la necesidad de dirigirme a ese precipicio para poner fin a mi situación y no hubiese conocido jamás a ese ente, pero no fue así. 
Todo pasa por alguna razón. Yo sigo completando mi puzzle ¿y tú? 

A petición de lector anónimo.
Tema: existe el destino o si son meras coincidencias.