lunes, 17 de octubre de 2016

ELLA


Todo o nada. Ella o él. Su felicidad o la suya. Sus lágrimas o su sonrisa. Su futuro o su pasado. Todo estaba conectado y no sabía qué dejar ir; su locura o su cordura. Tenía miedo de romper todo lo que construyeron juntos, de partir en dos su alma, de fallar a sus promesas, tenía miedo de que todo quedara en nada. Se sentía perdida dentro de su propia vida, no encontraba la salida entre tantas dudas. Estaba atrapada por sus propias cadenas de inseguridades. Era su camino o el de él. Eran sus alas o las suyas. Eran sus deseos o los suyos. Pero se acabó; estaba cansada de ceder, estaba quemada por dentro. No podía luchar contra sí misma, no podía continuar en una batalla que ya estaba perdida. Y eligió todo; se eligió a ella. Escogió su felicidad, su sonrisa, su futuro, su cordura. Dejó de tener miedo. Comprendió que para avanzar debía lastimar sin querer, fallar a sus antiguas promesas, dejar de pensar en lo que le hacía bien a él. Se despidió de sus inseguridades y comenzó sola un nuevo camino. Se puso las alas y echó a volar para alcanzar sus propios deseos. Echó a volar hacia su destino. Echó a volar por ella y no por él.

sábado, 8 de octubre de 2016

TE PROMETO


Qué bonito sería si cada historia de amor que nace entre dos almas fuera eterna, si no tuviera fecha de caducidad, si no se rompiera. Ojalá pudiera decirte que siempre estaré a tu lado, que la ilusión que siento hoy por ti nunca desvanecerá, pero no puedo. No puedo prometerte que siempre seré esa chica que conociste en la estación de tren, que siempre me emocionaré al mirar tus brillantes ojos y me estremeceré al besar tus suaves labios. No puedo jurarte que siempre caminaré junto a ti, pero te prometo que siempre te llevaré en mi mente; los momentos que vivimos juntos siempre quedarán en mi memoria. Los besos que nos dimos siempre tendrán sabor a ti. Los abrazos en los que nos fundimos siempre guardarán tu esencia. Las caricias que compartimos siempre quedarán grabadas en mi piel. Tú ya eres parte de mi novela, hemos escrito juntos páginas enteras, y aunque un día llegara a odiarte nunca te olvidaré; eres un capítulo en vida que se puede cerrar pero nunca borrar. 
Qué bonito sería si sólo existiéramos tú y yo, si no tuviéramos más dónde elegir, si sólo tuviéramos ojos para nosotros dos. Ojalá pudiera decirte que serás el único amor de mi vida, que la pasión que siento hoy por ti nunca se apagará, pero no puedo. No puedo prometerte que siempre seré tu alma gemela, que siempre me pondré nerviosa al verte y que mis piernas temblarán cada vez que me toques. No puedo jurarte que siempre estaré enamorada de ti, pero te prometo que en mi vida siempre habrá parte de ti.