jueves, 10 de noviembre de 2011

Cuando la ilusión se desvanece


Cuando comienzas una relación todo es puro y fresco, todo son melodías de amor y palabras de aprecio, todo parece perfecto. Se olvida forjar una amistad y se empieza directamente con una pasión carnal en la que se funden dos cuerpos que acaban amándose entre cálidas sábanas.
Todo es maravilloso hasta que surge la monotonía y la ilusión se desvanece; ya no hay mariposas en el vientre ni brillo en los ojos, sólo queda el cariño y la costumbre de estar con alguien. Creemos vivir algo verdadero y nos cubrimos los ojos con una venda de mentiras, nos volvemos comodones. Luego llegan los malentendidos, las decepciones y los arrepentimientos, a partir de ahí todo lo vemos negro. ¿Cómo no pude verlo? Todo el mundo me lo decía, ¿por qué no los escuché? Ahora la impotencia se apodera de una mente débil que sólo sabe fabricar lágrimas y anular cualquier capacidad de reacción, ¿qué voy a hacer sin él?
Regresan las oportunidades pero por poco tiempo, la cosa no funciona. Vuelta a empezar. La habitación se cubre de versos tétricos y la almohada se empapa de pequeñas gotas de agua. Ninguno de los dos saben ya pasarlo bien con sus amigos, no tienen cuerpo para fiestas y mucho menos para conocer gente nueva.
Otra oportunidad. Ya van dos y ésta dura menos que la anterior. ¡Cuánto sufrimiento sin motivo por optar por la vía fácil! Sabes que con él si quieres sexo lo tendrás, si quieres un abrazo lo recibirás y si quieres un par de cenas románticas las harás. También sabes que a la semana siguiente discutiréis, no os entenderéis, volveréis a romper, lloraréis, os rallaréis, volveréis juntos y quizás caigáis de nuevo... ¿Y vuelta a empezar? ¡No por favor! ¡Aprende de tus errores! Deja que el destino tome tu decisión, al fin y al cabo elige lo mejor para ti, si algo no ha de ser no lo será nunca. Si vas contra él no avanzarás y vivirás entre penurias y lamentaciones.
Cuando la ilusión desvanece hay que saber admitirla. No podemos estancarnos en una relación la cual nos perjudica, hay que tomar decisiones aunque ello conlleve llorar un par de días, sino reflexionad, ¿qué preferís, llorar un par de semanas o llorar tres días sí y uno no durante años indefinidos? La respuesta a mi parecer es fácil; yo “prefiero” pasarlo relativamente mal durante algún período leve de tiempo a vivir siempre con la inseguridad de no saber cuándo será la próxima ruptura a causa de la incompatibilidad de los dos.
Tenemos que ser honrados con nosotros mismos y hablar las cosas con sinceridad, dejando a un lado los egoísmos y los reproches. Aunque la pareja se rompa eso no quiere decir que no se pueda crear luego un vínculo de amistad duradero, pero debemos de saber cómo y cuándo es el momento ideal para hacerlo. Cada persona supera las dificultades de la vida de una forma diferente y cada una necesita su tiempo, un tiempo que no está dictado en ningún libro de psicología. El amor siempre quedará vigente en dos personas que han compartido aventuras y sensaciones, es de irracionales el querer romper todo contacto porque no sepáis cómo llevaros, simplemente dejad que el tiempo pase y que vuestro corazón se recupere, dejad que el camino siga su curso y que la felicidad os llene. Quién sabe, quizás algún día seáis amigos y recordéis años pasados con ternura e ilusión, fue una experiencia más.

Perdona pero nunca olvides, pues de tus errores debes aprender para la próxima vez.
Después de la ruptura, ¿continuar el contacto?