lunes, 30 de mayo de 2016

PERSONAS Y COSAS


Hay personas y luego cosas, pero hay más de lo segundo que de lo primero; cabezas llenas de serrín y con ausencia de materia gris. Luego están las grandes mentes pensantes, neuronas capaces de huir de lo común que construyen universos dentro de burbujas. En este mundo hay cabida para ambos; mientras los pensadores se ocupan de compartir sus conocimientos y sus sonrisas, los idiotas se entretienen vomitando sandeces y riéndose de la sabiduría de los que son diferentes. Lamentablemente la segunda especie es la predominante, es por ello que cada vez hay más muertes estúpidas, porque la estupidez no tiene límites ¿verdad? Y es que la elocuencia dejó de cobrar valor, la naturalidad de la belleza se escondió detrás del maquillaje y el photoshop, la mirada quedó ciega ante tanto estupor y el abrazo sentido de un ser querido se marchitó. Ahora lo que está de moda es llamar la atención con banalidades y superficialidades. Si siguen a ese ritmo de autorretratos en lugares inviables la primera especie acabará por dominar el mundo. Total, en esta vacua sociedad estamos sobrados de cosas pero faltos de personas.

jueves, 19 de mayo de 2016

ERA

Tan difícil como fácil. Tan extraño de entender. Como si de la nada hubiese surgido un nuevo ser. Como si la tierra y el agua lo hubiesen esculpido a medida, pero también del cielo se dejó caer. Estaba en todas partes, era imposible huir de él. Daba miedo sentirlo pero observarlo era todo un placer. Envolvía el paisaje con su presencia y todo lo convertía en caos con su desnudez. Los sueños se rompían pero las ideas surgían una y otra vez. Era agua y aceite. Una combinación imposible de disolver. No entendía de razones, pero tampoco lo quería comprender. Llegó sin más. Se dejó ver. Atraía a todas las almas hacia su tez, como un potente imán que atrapa a todo aquél que lo rodeé. Tan frágil como tenaz. Tan fácil de beber. Como si de un manantial se tratase y todos quisieran saciar su sed. Era todo lo soñado, una utopía ardua de creer. Un crucigrama lleno de abstractos acertijos. Era tristeza y alegría a la vez. Paradoja de la vida. Un significado que obtener. Una meta sin un final establecido. Era como una llama humeante que nublaba cualquier razón de ser. Pensamientos impulsivos contra la objetividad de uno mismo. Estaba en la mente, picoteando de los recuerdos y quemando cada espora de su piel, de mi piel, de tu piel. Era una lucha entre lo que está bien y lo que está mal. Se llamaba Remordimiento y lo apodaban Querer y No Poder.

jueves, 12 de mayo de 2016

LO PERMITÍ

Sólo quería fundirme en sus brazos y sentir su corazón bombear en mi pecho. Deseaba empaparme con su aroma, llegar a casa y disfrutar de su olor en mi ropa. Anhelaba ser su esclava, que me marcase la espalda con sus uñas para recordarme que soy sólo suya. Necesitaba beber de su boca y alimentarme con su intensa mirada. Que despidiéramos la noche y amaneciéramos en las mismas sábanas. Soñaba con amarle y que me amara. Que me arrancara a tiras el alma. Que me hiciera suya sin tapujos y con rabia.
A su lado me sentía invencible, no podía dejar que se marchara sin más. Pero se lo permití. Dejé que volara fuera de nuestro nido, que encontrara otros brazos que le llenaran de calor. Le concedí el deseo de ser feliz sin mí, porque el amor verdadero no es aquél que retiene sino el que sufre para que el otro tenga la oportunidad de encontrar la felicidad.