jueves, 29 de diciembre de 2016

NADIE COMO TÚ


Nadie como tú; tan perspicaz, tan audaz. Que me haga sentir una chica especial. Nadie que comprenda mi personalidad, mi saber estar.  Desde que se arrugó mi corazón no ha habido cabida para nadie más. Mi cabeza sólo recopila recuerdos de ti; de tu labia, de tu dulzura, de tu mirada cristalina como el mar. Y es que en mi piel han quedado grabadas las marcas de tu sed; tu sabor, tu olor, tu voz, tu tacto, la energía de tus labios rozando cada defecto de mi tez. Mis lágrimas ahora saben amargas cuando antes eran como azúcar para el café. Nada es igual. Las mañanas no amanecen tan brillantes. Las tardes han perdido su color. Las noches ya no son tan apasionadas como antes; mi cama ya no huele a ti. Siempre quiero que se marchen, que no amanezcan a mi lado como lo hacías tú. No quiero abrazos forzados ni besos obligados. No quiero sábanas mojadas que llenen el vacío que dejaste en mí. Y es que sigo recordando cómo me hacías sonreír. Aún siento cómo me besabas las mejillas mientras acariciabas mi alma con tu sonrisa. Eras capaz de ilusionarme cada día, de enamorarme cada tarde y de abrazarme cada noche. Siempre estabas ahí para mí, esperando atentamente a que entrase por la puerta para hacerme la mujer más feliz. Contigo me sentía más bella, más fuerte, irradiaba sapiencia. Sí, tú me hacías ser diferente, me hacías única. Y es que hasta que no te he perdido no me he dado cuenta de todo lo que me hacías sentir, porque no hay ni habrá nadie como tú.

2 comentarios :

  1. Y a pesar de todo.. te sigo queriendo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uy... Esa frase me suena y no sé concretamente de qué, aunque también se utiliza mucho, sí jaja

      Gracias por leer mi relato anónimo.

      Eliminar