miércoles, 24 de agosto de 2016

OPORTUNAMENTE INOPORTUNA

No pensé en buscarte porque no sentía la necesidad de encontrarte; estaba absorta con mis quehaceres cotidianos y mis desdichas diarias. Mi vida estaba esquematizada y creí ser feliz con las pautas que me había marcado durante años, aunque eso suponía decir adiós a toda improvisación. Seguramente dejé pasar oportunidades por no querer verlas, por no cambiar ni un ápice de mi esquema. No obstante, un día decidí añadir un nuevo punto en mi prólogo, un mero cambio de idea motivado por la necesidad de encontrar un incentivo que me alejara de la desidia, esa misma que provocó mi desilusión. Yo no te escribí, ni siquiera sabía que te necesitaba precisamente a ti. De forma inesperada rompiste mi rutina, transformaste mis mañanas en sonrisas y mis noches en filosofías matutinas. Porque sí, porque eres una persona oportunamente inoportuna; llegaste para quedarte cuando no te buscaba y ahora no quiero perderte, no quiero tener la necesidad de buscar a otra alma mágica que amenice mis amaneceres con su grata compañía y su maravillosa sapiencia.

2 comentarios :