sábado, 8 de diciembre de 2012

Cuento - El ahijado de la muerte (I)

Versión original: cuento popular español, siglo XV
Autor/ autores: desconocidos, leyenda de España
Posterior versión: Hermanos Grimm, siglo XVII - XVIII
Título Latino: El ahijado de la muerte (llevado al cine en 1946)
A continuación, daré paso a la primera parte de la historia original de "La muerte quiere ser madrina", escrita con mi toque personal pero siendo fiel al argumento, sobre todo, al final que han modificado tantas veces diversos países. Quiero dedicárselo a todos los autores españoles desconocidos que han sufrido un gran plagio durante siglos y que han visto cómo escritores extranjeros se llevaban el mérito de sus obras. ¡Va por ellos!


LA MUERTE QUIERE SER MADRINA (Parte 1) 

En un pueblo español, a mediados del siglo XV, un humilde campesino y su amada mujer fueron bendecidos con el nacimiento de un hermoso y a la vez débil hijo varón. Los padres, que eran conocidos en aquel lugar por su pobreza, no encontraban a nadie que quisiera ser padrino de su bebé, ya que para una familia de clase media no era de buen prestigio acoger a un muerto de hambre. El fiel esposo, tras ver llorar a su mujer durante días, decide coger a su hijo en brazos y partir hacia otros pueblos en busca del tan preciado padrino.
- No te preocupes mi vida, te prometo que encontraré a un padrino especial que sea digno de nuestro primogénito. - Espeta el marido a su esposa mientras envuelve al niño en una manta para marchar.

Poco tiempo llevaba el campesino atravesando un camino desértico cuando se cruzó con un ser vestido con una larga túnica roja que dejaba entrever un rabo negro y el cuál sostenía una cornamenta encima de su cabeza.
- ¡Hola José! - Dijo El Diablo. - Tengo entendido que estás buscando un padrino para tu hijo, aquí lo tienes, no busques más. Yo soy el indicado para ese puesto. Colmaré a tu pequeño bebé de una gran fuerza, será respetado y temido, nadie se burlará de él y tendrá una salud de hierro.
- Agradezco tu ofrecimiento, pero no puedo aceptarlo ya que eres el ser que trae el miedo a nuestras casas, provocas guerras entre nuestras aldeas y arruinas nuestras cosechas. No conoces el sentido de la justicia y de la bondad, solo conoces la maldad, nadie querría acercarse a mi hijo. - Argumentó el campesino.
El Diablo rebufó por el rechazo al que se había visto expuesto y desapareció entre una gran humareda negra dejando un rastro de vanidad y lujuria a su paso. 

José continuó su búsqueda pero sin ir demasiado lejos, pronto escucharía una voz dulce y cálida que llamaría su atención de inmediato, giró la mirada y vio a un hombre sentado en una roca, estaba envuelto por una luz blanquezina y rodeado de vegetación y criaturas del bosque.
- José, yo seré el padrino de tu precioso bebé. - Dijo el Santo. - Como bien sabes, soy una divinidad carente de pecados y repleto de bondad y honestidad. Yo llevará a tu hijo a una gloria celestial y será la persona más maravillosa del universo.
- Muchas gracias Santo, pero no eres lo que estaba buscando. Eres demasiado bueno y además eres muy pobre, contigo mi hijo estaría en una pobreza absoluta, no conocería el significado de la fuerza y del trabajo, no llegaría a ser un hombre respetado. Lo siento, pero he de rechazar tu petición. - Contestó el campesino.
El Santo, algo dolido, aceptó amablemente la decisión de José y desapareció entre las hojas de los árboles.

El campesino continuó su andanza hasta que de las frías tierras surgió un alma en pena vestida de negro sosteniendo una gran y afilada guadaña. José aterrorizado se arrodilló y comenzó a suplicar.
- ¡No me mates, por favor! ¡No me lleves contigo! ¡Aún no quiero morir! - Le rogó a La Muerte. - ¡Dame tiempo para encontrar un padrino que cuide de mi bebé y de mi esposa! - Continuó implorando entre sollozos. El campesino era todo un mar de lágrimas.
- Tranquilo José, no debes tenerme miedo. No quiero llevarte conmigo, quiero ser la madrina de tu vástago. Yo lo amaré más que a mí misma y lo colmaré de gloria - Contestó La Muerte.
- ¿Ser la madrina de mi hijo? Eres la muerte, ¡quién podría llevarte la contraria! Eres la todopoderosa, la única que tiene en sus manos la decisión de la vida y la muerte, la que protege las almas, la gente tiembla ante tu presencia. ¡Acepto! Serás su madrina. El bautizo se celebrará el sábado a las nueve de la mañana. - Respondió mientras se secaba las lágrimas.
- Te prometo que lo amaré por siempre. Lo sanaré, crecerá fuerte y sano, será inteligente y honrado, tendrá éxito en la vida y será un hombre rico y respetado. - Comentó La Muerte. 
- Muchísimas gracias, tú eras el ser que estaba buscando. Ahora mismo iré a hablar con mi mujer para darle la noticia. - Agradeció José.
Tras estas palabras La Muerte se esfumó por donde vino y el campesino retomó el camino a casa deseando contarle la magnífica noticia a su querida esposa. No podía aguantar las ganas de hacer feliz a su amada y verla de nuevo sonreír. ¿Le gustaría la madrina elegida? Se preguntaba con ilusión. Era obvio que La Muerte sembraba el terror en todo el pueblo, pero también había que reconocer que era la dueña de la vida y el ser más poderoso de la Tierra. ¡Claro que le encantaría!

Llegó la mañana del bautizo. Todos los allí presentes estaban intrigados por saber quién se había ofrecido para ser el padrino de aquel niño. Los murmullos no cesaban, aquello parecía un corral de gallinas en celo, el respeto había quedado olvidado para aquella familia. 
Los flamantes padres, que sostenían a su adorable y ya sano hijo, estaban de pie junto al cura esperando la llegada de la polémica madrina. El reverendo no aceptaba a La Muerte, y obviamente, días antes había estado buscando en las sagradas escrituras argumentos que impidiesen la presencia de este ente en su lugar sagrado, pero no obtuvo ningún resultado, así que a su pesar tuvo que permitir esta ceremonia. 
Don, don, don. Sonaban las campanas. Ya era la hora, había que dar comienzo a este bautizo. El clérigo, aliviado al ver que La Muerte no había llegado, se dispuso a bautizar a la pequeña criatura, pero de repente, las puertas de la iglesia se abrieron de par en par con tal fuerza que los tornillos salieron disparados. Acompañada por una ráfaga de viento y polvo de ceniza apareció La Dama de negro. El cura, horrorizado por aquella escena, paró la ceremonia y comenzó a temblar. El silencio se apoderó de la sala. El miedo penetró las entrañas de la muchedumbre, estaban aterrorizados. Nadie se arriesgaba a pronunciar palabra. A cada paso que daba La Muerte una persona espiraba, aquellos pobres desgraciados contenían la respiración. La esperada madrina seguía acercándose lentamente por aquel pasillo que se hizo eterno para todos, el tiempo parecía haberse parado. 
Una vez llegada al altar, La Muerte regaló a su ahijado una bolsa de oro y le musitó:
- Te visitaré cuando cumplas siete años, cuando celebres los quince y cuando hagas los veinte. A esa edad, ya mayor de edad, te culminaré de éxitos y glorias.
Cuando terminó su discurso, La Muerte acarició la frente del recién bautizado con sus fríos y esqueléticos dedos y se marchó entre tinieblas y sufrimiento. Un gran suspiro al unísono se escuchó en la iglesia, todos habían respirado a la vez. El miedo desapareció y los cotilleos regresaron a la celebración.
- ¡Nuestro hijo ya tiene madrina! - Gritó la madre del pequeño. 

Continuará...

- Parte Primera escrita por Melodi Rodríguez Luque.

14 comentarios :

  1. Por favor sigue contando. Te esperamos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tranquilo, no pierdas la impaciencia. Aún queda lo mejor de la historia, esto solo es el principio.
      Próximamente subiré la segunda parte.

      Un saludo Marcos.

      Eliminar
  2. ¡Excelente! Qué bien llevada adelante la historia: me dejaste completamente atrapado con la trama.
    A la espera de la continuación, entonces.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Holaaaaa Juan.
      Me enorgullece leer eso, ya que yo pensé que lo había descrito demasiado escueto y sin muchos detalles.
      Pronto subiré la segunda parte, llena de más emoción y más intriga. ¿Estás preparado para llorar? jajajaja

      Eliminar
  3. Muy interesante, estare pendiente de lo que continuara.


    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Eso espero! Pronto subiré la segunda parte, así que no desesperéis.

      Eliminar
  4. Me gustan mucho este tipo de historias, y la imagen me gusta mucho, espero poder leer más sobre el tema!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuestísimo que sí, muy pronto se desvelará el enlace y el final.

      Eliminar
  5. Me alegro de que te gustase tanto reina!! Eso si, te faltan las partes de "te estas pasando tres pueblos niño" de mi narración XDD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajajajajaja bueno, no me gusta excederme, quería ser algo más sutil y poética para hacer honor a los cuentos de aquella época tan romántica jiji

      Eliminar
    2. Aunque lo reconozco, hubiese estado súper gracioso poner esa frase, pero mejor te lo dejo a ti cuando hagas tu versión jajajajaja que ya estoy ansiosa por leerla, fijo que la haces :p

      Eliminar
  6. este es el verdadero o nee

    ResponderEliminar
  7. Hola muy hermosa historia ya está la segunda parte estoy intrigado????

    ResponderEliminar
  8. HOla, saludos desde Xalapa, Veracruz (México), por favor continua la historia

    ResponderEliminar