jueves, 20 de enero de 2011

Cuando presientes que todo acaba


Vives con la constancia de que tu vida será corta.
Entre risas escondes tu futuro cercano que a nadie le gustaría oír pero que sin embargo tú no puedes huir de su presencia. Comienzas a ser feliz porque presientes que muy pronto la claridad se teñirá de negro. Sabes que ésta es tu última oportunidad para dejar un recuerdo hedonista en todos ellos y borras cualquier lágrima que haya podido caer por tus mejillas tiempo atrás.
Hoy olvidas porqué permaneciste durante tanto tiempo en las tinieblas de tus lamentos, ni tan siquiera puedes explicar a qué viene este cambio tan brusco de actitud. Te preguntas por qué tu corazón se acelera cada vez que te duchas, cada vez que sales a la calle, cada vez que te acuestas, cada vez que coges el coche y penetras en una selva de leones que van a cuatro ruedas. Inquietud, tu nuevo amante que despojó a la soledad de su trono, que echó de la cama al miedo, que venció al orgullo. Ahora tienes una nueva palabra que ocupa cada terminación nerviosa de tus neuronas la cual te está produciendo un tremendo insomnio, la odias.
Pasan los días y tu felicidad se consume; Pareces que te has convertido en un ser inerte sin energía, sin motivación, sólo esperas sentado en ese frío sillón a que tu preocupación se convierta en realidad, pero ese día nunca llega. Tu desasosiego aumenta junto con tu deterioro físico, ¿qué te está pasando? Te cuidas cada vez más pero tu cuerpo ha decidido consumirse como un cigarrillo que espera en el cenicero. 
Ya no tienes don de la palabra, tu intelecto también se está viendo afectado; Enserio me tienes preocupada ¿en qué piensas que te tiene tan ensimismado? No contestas. Estás ahí, quieto, mirando la nada. No pareces triste, sólo ausente. Te levantas sin hacer el más mínimo ruido y te reflejas en el espejo. Suspiras para luego sonreír; No se puede hacer nada contra una preocupación de algo que no existe, sólo esperar a que se haga realidad o desiste.

Cuando presientes que todo acabará pronto tu vida deja de cobrar sentido.

9 comentarios :

  1. Bueno, como digo al principio de la entrada... quería mostraros mi evolución mental, mi madurez mental, del paso de una mente pesimista a una optimista; este fue mi último relato tristón que escribí, y sí, se me da mejor escribir literatura desoladora jeje

    ResponderEliminar
  2. Al borde del abismo es cuando espabilamos.

    Te sigo ;)

    ResponderEliminar
  3. Graciaaaas ^^
    Y sí... a veces necesitamos palos en la vida para despertarnos y avanzar.

    ResponderEliminar
  4. Gracias guapa.
    Espero que te esté gustanto mi blog :)
    Prometo seguir actualizándolo cada semana.

    ResponderEliminar
  5. Hola! Muchas gracias por el consejo del fondo jaja! Interesante blog el tuyo =) Lo seguiré! ;)
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  6. Lo cierto es que yo estoy pasando por esa etapa de recuperación de un revés de salud (extirpación ya de 3 tumores a mis 21 años) y me he vuelto muy optimista desde entonces..me gusta mucho tu blog,gracias por dejarme decubrirte descubriendome. Un saludo

    ResponderEliminar
  7. gracias por el comentario mmm por el tiempo que dispongo pues no le he alcanzado a echar un vistazo muy largo a tu blog pero los 3 escritos que lei me gustaron me parecieron geniales :) y gracias por enseñarme tu blog cuidate y prometo leer mas afondo tu trabajo ok suerte y bye n_n

    ResponderEliminar
  8. Muchísima gracias a todos por compartir conmigo un poco de vuestro tiempo, y me alegro que mi blog haya sido de vuestro agrado.
    Próximamente subiré más reflexiones que contienen enseñanzas siempre positivas para desarrollarnos como personas.
    Gracias ^^

    ResponderEliminar