miércoles, 17 de julio de 2024

COBIJO

Quise encontrar consuelo en los mismos brazos que me hirieron. Pretendí sanar bebiendo de los labios que un día me mintieron. Intenté sentir cobijo en un cuerpo que ya me rechazó por completo. Me convencí de que mi única cura la tenía ella; un alma que había hecho caos todo mi universo.

Durante años, obsesionada, convencida, quizás cegada por mi maldito ego, mantuve mi corazón preso; amurallado con una actitud de hielo y protegido por gratos recuerdos. Quise que mi veneno fuera mi antídoto y así me fui consumiendo, entre esperanzas y lamentos a lo largo del tiempo. Me convencí de que mi única salvación era ella, hasta que me vi reflejada en el espejo.

Sólo yo soy mi consuelo, mi salvación, mi cobijo, mi eterno compañero.

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