¡Joder! ¿Es que soy la única que se da cuenta de que soy la persona idónea para entrar en vuestras vidas? Sí, paso de eufemismos y honestidades. Me encanto. Soy única en mi especie, buena persona, vivaz, directa, responsable, realista, educada, atenta, centrada, coherente, y así puedo pasarme toda la entrada y me faltaría espacio. Soy quien soy porque no podría ser otra ya que sería menos de lo que soy ahora. Y sí, he de reconocer que antes no era yo, mi vida me parecía patética, monótona y me rendía a los pies de cualquier individuo que me pronunciara cuatro palabras bonitas y ¿por qué no? Palabras subidas de tono. Sí, así era yo de simple ¿y qué? Todos lo sois y yo no me he quejado hasta ahora, pero ha llegado el momento de poneros los puntos sobre las ies.
Este último año me ha servido para valorarme a mí misma, para dejar atrás las ilusiones y cobardías, los defraudes y mentiras. Me ha servido para saber quién tiene derecho a compartir mi presencia y quién ha de decir adiós a mi persona. No toleraré más esa falta de valoración hacia mí, simplemente desapareceréis de mi vida porque me transmitiréis indiferencia. Vuelvo con la misma retahíla de las semanas anteriores; si queréis estar a mi lado demostrármelo con hechos y dejaros de tanta verborrea.
- ¡Oh señor, dame fuerzas para aguantar a esta sociedad tan vacía de empatía!
Sí, rezo por todos vosotros. Rezo para que cambiéis poco a poco y abráis la mente como lo hice yo. Dejaos de amigos de conveniencia porque serán los mismos que os den de lado cuando realmente los necesitéis. Dejaos de sonrisas falsas y lágrimas de cocodrilo porque ya nadie os cree, yo desde luego dejé de creer en todos vosotros. Dejaos de gilipolleces y abrid vuestro corazón a quién de verdad se lo merece, a quién por las noches piensa en vosotros y por las mañanas tenéis noticias de ellos. ¡Dejaos de tanta hipocresía! Dad la oportunidad a vuestro Yo de salir a la luz y comprenderéis cada una de mis palabras. Me da igual si pensáis que mi ego ha absorbido a Melodi, yo soy feliz así y cada día ira desapareciendo los resquicios de esa chica que conocisteis hace tiempo; acostumbraos a mí porque no habrá nadie más que sea capaz de deciros esta puta realidad.