martes, 18 de noviembre de 2014

HUMILDAD

Ayer la vida me dio una sabia lección; no me lo tengo que tener tan creído en ningún aspecto de mi día a día. 
En ocasiones necesitamos llevarnos un disgusto para caminar con más cautela, ya que no somos perfectos ni invencibles. El hecho de que estemos atravesando por un magnífico momento no significa que estemos exentos de obstáculos y retos, al contrario, a mayor altura más dificultad. Mi error ha sido creerme una máquina olvidando por momentos que siento, padezco y también me equivoco. Ante todo soy persona, soy aprendiz. Este varapalo inesperado el cual ha llegado en el momento más inoportuno, o quizás más que oportuno (queda por ver el resultado), me abre una puerta hacia un mundo que desconocía, un mundo lleno de nuevos retos intrínsecos que aguardan el momento idóneo para nutrir mi persona de sabiduría. Cierto es que nunca es plato de buen gusto darse con un canto en los dientes, sin embargo, a largo plazo estas desagradables experiencias te hacen madurar y adoptar una postura más objetiva.
Ayer lloré, hoy reflexiono y mañana me superaré.

miércoles, 22 de octubre de 2014

SER POSITIVA

Como viene siendo habitual en mí, hoy vuelvo a escribir para notificaros y relataros un nuevo acontecimiento positivo que le ha ocurrido a mi persona. 

Hoy, tras un duro día de trabajo entre cactus, rosales y demás variedades de plantas espinosas, he recibido una grata sorpresa, el destino me ha regalado una propina de 50€. 
De regreso a casa, y por el camino que tomo siempre, me he encontrado en la acera un billete de 50€ bien dobladito y en perfectas condiciones. Como soy una persona muy desconfiada, me he agachado a recogerlo pensando que sería falso o que únicamente era una cuarta parte del billete en cuestión. Tras palparlo meticulosamente y tras comprobar las diferentes siluetas y franja a través del sol he llegado a la conclusión de que es real. Ha sido en ese precioso momento cuando me ha inundado una alegría desbordante reflejada en la gran sonrisa que se ha dibujado en mi rostro. Es la primera vez que me encuentro un billete. Muchos pensaréis que es cuestión de suerte o una simple casualidad, sin embargo, creo que es cuestión de karma combinado con actitud. 

Años atrás me caractericé por ser una jovencita pesimista que siempre veía el vaso medio vacío, que prefería pensar mal para no caer en picado, que siempre veía oscuridad donde otros veían una escapatoria. Era tan negativa que me provoqué una depresión imaginaria la cual sólo me traía absurdas desgracias. Estaba perdida en un mar de lágrimas... Hasta que un buen día sin buscarlo ni desearlo mi ángel de la guarda (físico y real) apareció en mi vida; "eres tonta", me dijo. "Cómo una persona tan inteligente como tú puede estar triste cuando lo tiene todo para triunfar y ser feliz", remató. Y Así fue, hace algo más de cuatro años mi visión de mí misma comenzó a cambiar. Comencé a imaginarme que todo me iba genial, que era feliz, que me quedaban muchas cosas por alcanzar y descubrir... Hasta que un día me lo creí. Creía que era una persona optimista, que era capaz de ver el vaso medio lleno, que los obstáculos ya no significaban un impedimento para alcanzar mis objetivos... Hasta que he dejado de creerlo para sentirlo. Hoy siento que soy una persona positiva, que cada pensamiento optimista concluye en una realidad llena de maravillas, que ahora veo el vaso completamente lleno, que soy una persona feliz y productiva. Hoy siento que puedo ser el ángel de la guarda de otras almas perdidas que, como yo en su día, olvidaron lo válidos y capaces que son porque jamás han recibido el reconocimiento y la atención que se merecen. 

Y lo lamento muchísimo por la persona que ha perdido el billete, sea quien sea puede estar tranquila ya que ha caído en manos de una buena persona que lucha por lograr cada una de sus metas. 

sábado, 14 de junio de 2014

SIN ERRATAS

No quiero explayarme demasiado con esta entrada, ya que el título de la misma lo dice todo (irónicamente). Os voy a exponer parte de una conversación que acabo de tener con una mujer de 31 años que trabaja en el sector de la educación, concretamente es profesora de FP.

Anónimo: xq escribes en castellano antiguo?? es q me hace gracia
Yo: ¿Castellano antiguo? Simplemente escribo sin erratas, me gusta la buena ortografía.
Anónimo: uffff, q pedante eres...
Yo: No soy pedante, me gusta escribir bien, y para mí es una forma de respetar a la otra persona.
Anónimo: buaaaa, asi te va a ir mu mal en la vida, paso de ti....
Yo: ¿Disculpa? ¿Te
 he insultado o algo? Al contrario, soy muy educada y por eso escribo sin faltas.
Anónimo: creo q yo tampoco te he insultado...
Yo: Yo en ningún momento he dicho que tú me hayas insultado, sólo digo que no comprendo el porqué te molesta tanto que escriba sin faltas ortográficas.
Anónimo: mira q paso de discutir, solo prefiero una persona mas natural...


En resumidas cuentas, si en el siglo XIX lo que se valoraba positivamente de una persona era su capacidad de componer oraciones bien estructuradas y sin faltas de ortografía, actualmente ese mismo hecho provoca rechazo porque supuestamente se muestra una aparente superioridad intelectual que conlleva a la sensación de que los están infravalorando. Sinceramente, hemos perdido todos los valores como personas racionales y la única aspiración que tienen los jóvenes de entre 18 y 35 años es participar en el programa de Mujeres, Hombres y viceversa. ¡Así va el país!

martes, 27 de mayo de 2014

HONESTIDAD

La honestidad es un regalo muy caro, no lo esperes de la gente barata.

Las circunstancias provocan cambios imprevistos en nuestros esquemas, alteran nuestra visión del mundo y nos proponen nuevos desafíos que no nos hubiéramos planteado de no haberse dado dichas condiciones. En la amistad, como en el amor, surgen decisiones que pueden ponen en peligro la relación que tenemos con la otra persona. A veces debemos caminar con pies de plomo si no queremos perjudicar negativamente a ese ser querido que representa un pilar fundamental en nuestra vida, sin embargo, en otras ocasiones debemos utilizar nuestra artillería pesada de crudas realidades para eliminar la venda de los ojos de nuestro incrédulo amigo. 
El ser una persona honesta y transparente no asegura el ser bien recibido por los demás, ya que hay verdades cubiertas con espinas que pueden hacer mucho daño a corto plazo. El dilema reside en si debemos, o no, ser totalmente sinceros con ese amigo que busca nuestro consuelo en forma de preguntas para destapar los trapos sucios que cubren sus propias vidas, en cuyo caso se puede responder a través de tres opciones; ser sinceros y no andarse con rodeos, contar una mentira piadosa para no provocar lágrimas, o pasar del tema y decir que "a mí no me preguntes que no se nada". 
Yo pertenezco a la antigua escuela y siempre opto por la sinceridad pero midiendo cada una de mis palabras, siempre con educación y empatía. Cierto es que no siempre me ha ayudado mi extrema sinceridad, a veces he provocado indirectamente conflictos ajenos que han acabado por afectar mi relación afectiva. No obstante, prefiero hacer llorar con la verdad en lugar de hacer reír con la mentira, es por ello que mi conciencia hoy por hoy está tranquila y carece de remordimiento alguno. No me importa alejar a la gente a causa de mi honestidad, ellos se lo pierden porque no van a encontrar a una amiga igual que sea capaz de analizar sus historias, aportarle diferentes soluciones, sacarles una sonrisa con locuras y hacerlos reflexionar con las verdades. Me da igual tener pocos amigos, pero al menos sé que los que van quedando a mi lado saben apreciar mi amistad y jamás dudarán de mi palabra. La honestidad es el arma de los valientes, pero el talón de Aquiles de los cobardes y de las malas personas.    

miércoles, 7 de mayo de 2014

BON VIVANT O SIBARITA

Quiero dedicar esta entrada a dos términos que siempre se han acuñado y/ o asociado al buen comer y beber,  pero que cuya definición abarca mucho más que la gastronomía. Este inciso en mi blog se debe a una conversación filosófica que mantuve con un amigo el pasado mes de abril y el cuál me definió como "bon vivant".

El término "bon vivant" tiene origen francés y significa "buen vividor", refiriéndose a personas elegantes, originales, con clase, amantes de la buena vida y que huyen de las aglomeraciones, para ellos es más importante encontrar un lugar desolado a la vez que extravagante que les proporcione bienestar y cultura. Por otro lado, se encuentra el término "sibarita" (gentilicio de Síbaris) procedente del griego y que hace referencia a un grupo urbano de gustos refinados que buscan el placer en productos de alta calidad tales como alimentos, ropa, tecnología, casas y viajes, y que por lo general suelen tener un alto nivel económico. Tanto los bon vivant como los sibaritas son personas con un buen porte que disfrutan de los placeres la vida resultando en ocasiones extravagantes por sus peculiares gustos y por su positividad extrema.  
La diferencia entre ambos reside principalmente en la parte económica y social; los primeros pertenecen a la clase media-baja y buscan lugares exentos de tumultos para disfrutar del sosiego de la soledad que proporciona un hermoso paisaje, mientras que los segundos pertenecen a la clase media-alta y adoran los lugares abarrotados donde poder mostrar su alto estatus despilfarrando billetes por doquier. Ambos grupos son fáciles de identificar ya que suelen ser muy optimistas y siempre disfrutan de lo que les rodea, no obstante, los sibaritas destacan más debido a su extrema elegancia y soberbia, allí donde quieran que van llaman la atención por su capacidad de liderazgo y por ser el alma de la fiesta. Los bon vivant por el contrario, son más humildes, bohemios y extravagantes, no necesitan de gente ajena para divertirse, ellos ya disfrutan de su propia esencia, sin embargo, resaltan por su apariencia misteriosa y su saber estar.
En definitiva, cualquier persona que sea optimista y que disfrute al cien por cien de los placeres que ofrece la vida puede ser un bon vivant o un sibarita. ¿Tienes poco dinero pero te gusta conocer nuevos lugares? ¿Te incomodan las aglomeraciones? ¿Te gusta cultivar tu mente con nuevos conocimientos? ¿Eres un apasionado del ocio y de la moda? ¿Tus gustos abarcan todos los lujos a tu alcance? Entonces eres un Bon Vivant. ¿Gozas de una economía solvente? ¿Te encanta viajar a lugares conocidos? ¿Compras siempre productos de buena calidad? ¿Montas una fiesta para organizar una simple merienda? ¿Tu principal debilidad es la buena comida y bebida? Entonces eres un Sibarita.

lunes, 7 de abril de 2014

AMISTAD

A veces olvidamos la calidez de la amistad y nos distanciamos de lo que de verdad nos hace felices. Nos centramos únicamente en la pareja con el pensamiento equívoco de que será para toda la vida o de que nos aportará un presente y un futuro estable, mientras que nuestras amistades pasan a un segundo e incluso a un tercer plato; dejan de ser nuestra prioridad y nos tomamos la osadía de despreciar un vínculo que siempre ha estado ahí, apoyándonos en los buenos y malos momentos. 
Olvidamos que la amistad es un pilar fundamental para nuestra salud mental; en la infancia nos ayuda a aprender estrategias de respuestas, en la adolescencia nos guía en la búsqueda de nuestra verdadera personalidad, en la juventud nos muestra el significado de la lealtad, y en la madurez supone un gran apoyo emocional tanto en los buenos como malos momentos. Muchas personas piensan que los amigos van y vienen pero que las parejas son para siempre, otras tantas piensan todo lo contrario, y el resto simplemente pasa de habladurías emocionales; quizás éstas últimas son las que tienen un razonamiento más lógico ya que no anteponen la pareja a los amigos pero tampoco anteponen los amigos a la pareja, es decir, para ellos ambos son importantes. 
Sin desviarnos del tema que aquí nos compete, la amistad representa un valor primordial en nuestro día a día, sin ella no seríamos capaces de socializarnos y seríamos pasto de trastornos psicológicos que impedirían nuestro bienestar. Es por ello que nunca debemos dejar de lado a esos amigos que siempre han estado ahí, que siempre nos han demostrado lealtad, comprensión y cariño. Esos amigos que, a pesar del compromiso que pueda suponer para ellos, nos dicen la cruda realidad aunque a priori nos provoque rechazo y dolor. No obstante, las crueles palabras que puedan espetar de sus bocas no tienen la intención de abultar la mierda ni de regodearse de nosotros, tienen el objetivo y prácticamente la obligación de abrirnos los ojos para que cortemos de raíz el malestar que puede estar provocando nuestra situación actual, porque un amigo de verdad no es aquél que te hace reír con mentiras, sino llorar con verdades.

domingo, 16 de marzo de 2014

A MI AMADO

A LA ATT. DE AQUÉL QUE ME LO ARREBATÓ TODO 
C/ Santa Victoria, 
Nº 33, Bloque 7, S/N 

A ti, que me lo prometiste todo y me arrebataste el alma. 

Me partiste el corazón en mil pedazos. Escupiste a mi confianza e insultaste mi inteligencia. Me llamaste egoísta y reprochaste mi independencia. Querías una mujer sumisa que obedeciera todas tus órdenes dentro y fuera de la cama. Me tratabas como si fuese una marioneta a la cuál controlar en cada momento, una muñeca frágil que no tiene ni voz ni voto. Deseabas anularme por completo y hacerme sentir que sin ti no valía nada, que después de ti sólo encontraría soledad e ignorancia, que no sería capaz de ser amada por otra persona. Según tú, quién iba a fijarse en mí, en una mujer que no valía ni para ser intercambiada por un camello. Me hiciste sentir la persona más desdichada. Tus crueles palabras lograron que dudara de mis capacidades anulando cualquier resquicio de autoestima aguantaba arraigada en lo más profundo de mi alma. Te sentías orgulloso del poder que ejercías sobre mí, sin embrago, te frustraba que no hiciera nada, que permaneciera callada en aquella butaca. 
Llegué a tener miedo de llevarte la contraria, o incluso de intervenir en las conversaciones que surgían en nuestro grupo de amigos. Sólo podía opinar cuando estaba segura de que la respuesta sería la correcta para ti, pero nunca lo era. Todo lo hacía mal. No importaba la decisión que tomase; hiciese que lo hiciese te hacía enfadar. Si te llamaba decías que te agobiaba, pero si optaba por no llamarte decías que me estaba alejando de ti. Si te felicitaba en San Valentín decías que no te hacía sentir especial porque todo el mundo celebraba ese día tan comercial, y si no te felicitaba decías que no tenía vergüenza. Si te regalaba algo por tu cumpleaños no lo apreciabas porque decías que un detalle no se da únicamente por cumplir años, sin embargo, si no te regalaba nada me lo echabas en cara porque pensabas que me había olvidado. Si es que daba igual, yo en sí te hacía enfurecer. Llegué a creer que era mi culpa, que sólo pensaba en mí y que por ello no me daba cuenta de mis errores, que quizás estaba rodeada por un halo de egoísmo que no me permitía ver lo que estaba haciendo mal en nuestra relación. Llegué a pensar que tenías razón, que después de ti ningún hombre me iba a amar, porque quién se iba a fijar en una persona avara que carece de cualquier habilidad y/ o aptitud de la cuál enorgullecerse. ¡Nadie iba a querer estar conmigo! Es por eso que aguanté todos tus improperios, cada una de tus patadas, cada mordisco en la espalda, cada empujón contra la pared, en resumidas cuentas, todas las vejaciones a las que me sometiste. 

Ahora heme aquí, arrodillada ante ti implorando perdón, inundando de lágrimas este frío salón que ha sido testigo de las eternas palizas que mi cuerpo y mi alma han sufrido a manos de mi amado, a manos de la persona que me encandiló con cartas de amor, a manos del hombre que me arrebató la inocencia. A manos de ti. 
Y tengo miedo, jamás pensé que llegaría hasta esta situación. Yo, que siempre fui una persona dulce que soñaba con su príncipe azul. Tú, que llegaste a mi vida prometiéndome la luna. Nada hacía prever este trágico final. Yo no quería, pero tú me obligaste. Y aquí me hallo, liberada de tu mandato, liberada del calvario al que me has sometido durante estos veinte largos años. 

Tuve que hacerlo; mi cuerpo no aguantaba más cicatrices y mi alma no soportaba romperse en más pedazos. Era tú o yo, el mal o el bien, y esta vez decidí. Escogí por primera vez una opción egoísta, puse por delante mi bienestar. Puse fin a tu vida. A veces no somos conscientes de que nuestra existencia pende de un hilo; un día puedes estar haciendo la labor más insignificante y a los cinco segundos morir sin más. Te pillé distraído gozando con otra, fue la gota que colmó el vaso. Y la plancha estaba ahí, esperando a ser utilizada... De repente, todo se tornó de rojo y el silencio invadió la habitación. Y sí, ahora me arrodillo ante tu efigie sin aliento e imploro el perdón de Dios, porque aunque me encierren entre rejas seré libre como persona. 

A ti, que fuiste mi amado, hoy te digo adiós. 
Fdo: Victoria

jueves, 6 de febrero de 2014

ATRAPADA

Atrapada entre mis miedos y mis propias normas, como un policía que desea ser corrupto pero se lo impide su deber. Atrapada entre dos mundos; el real y el utópico. La realidad me recuerda cada día mi triste situación y la utopía me libera del calvario proporcionándome una vía de escape para vivir lo soñado. Son muchos los entresijos de ser una escritora frustrada que intenta labrarse un futuro en una época malavenida y en un mundo de enchufismo y vanidad. Por una parte está el amor propio, el cuál me sirve para no caer en la desidia de luchar y no ganar, y en el otro bando se encuentra la cruda realidad, que se encarga de bajar mis expectativas logrando desanimar a mi persona. Entre lo positivo de mi ser me quedo con mi perseverancia y mis aptitudes, tales como la comprensión verbal y escrita, el razonamiento espacial, la memoria, la concentración mental y la destreza manual. Entre lo negativo me quedo con mi situación actual; con quince años tenía la plena convicción de que a la edad de veintitrés sería una psicóloga de prestigio, una mujer totalmente independiente, con su propia casa pero casada y con un hijo, creía que las cosas serían fáciles si daba el cien por cien de mí en mi vida académica. Pero nada más lejos de la realidad, han pasado diez años y sigo imaginándome mi futuro, ahora me veo con treinta y tres años trabajando como empresaria para llevar adelante mi chalet, mis hijos y mi marido, una mujer independiente y un ejemplo a seguir para el resto. En resumidas cuentas, sigo atrapada entre mi vida real y mi vida imaginaria. Sin embargo, no tiro la toalla, sigo convencida de que mi futuro será mil veces mejor que mi presente. Confío en la capacidad de los españoles para superar esta maldita crisis que lleva implantada en nuestros hogares cerca de cinco años. Confío en mi suerte y, sobre todo, en mi inteligencia que algún día hará que deje de ser una mujer atrapada por las circunstancias.

sábado, 25 de enero de 2014

MALA ORTOGRAFÍA

Cometer faltas ortográficas para escribir más rápido y ser más escueto no significa abreviar. 

Este fenómeno comenzó en el ya desaparecido Messenger y en los primeros teléfonos móviles donde los sms estaban a la orden del día, manía que se ha convertido en tradición global. Pocos somos los que aún mantenemos una ortografía legible en las redes sociales y/o Whatsapp. Las buenas costumbres se han ido a pique y el vocabulario correcto de las personas a nivel mundial se ve menguado por una absurda costumbre que provoca, en la mayoría de las veces, que tengamos que sacarnos un doctorado para comprender los mensajes y comentarios que recibimos cada día a través de los diferentes dispositivos electrónicos. ¿Hemos olvidado escribir? Puedo llegar a entender las abreviaturas sin sentido, verbigracia, poner la letra "x" en lugar de la preposición "por", pero combinar "a ver" con "haber" y formar la errata "Haver"/ "aber" o modificar la frase hecha "Hola, ¿qué tal estás?" surgiendo "olawapa k aseh su primah" me parece un insulto directo al diccionario de la Real Academia Española y, en especial, a mi persona como ser inteligente que creo que soy; una falta de educación que, hoy por hoy, muy pocos reconocen como tal ya que lamentablemente la tecnología de comunicación está ayudando en el crecimiento de esta involución lingüística del ser humano.

Esta burda manía se ha visto acentuada a raíz del invento de Twitter, un portal que limita los caracteres a 140 obligando a los usuarios a abreviar sus oraciones al máximo cometiendo inevitablemente faltas ortográficas garrafales que provocan la desintegración de las retinas. Desde aquí hago un llamamiento a los señores del pajarito azul para que doblen el número de caracteres de forma que permita a otros idiomas explayarse más en su lenguaje.

Asimismo, me dirijo a todas aquellas personas de habla literaria paupérrima a que comiencen a cuidar su ortografía y respeten la inteligencia de los demás, porque la forma de escribir influye a la hora de responder o no. Yo, desde ya, informo de que no voy a responder comentarios, mensajes e emails que se caractericen por su falta de cultura. Porque se puede abreviar, pero no abusar.

lunes, 13 de enero de 2014

SOBRE TU TUMBA

Anochece en este paraje insólito que poco me tiene acostumbrada. Mi sombra va desapareciendo ante la atenta mirada de mi alma enfermiza que hunde sus pies en la tierra mojada. Sobre tu tumba descansa las vísceras de tu eterna amante. Sesos esparcidos por toda la lápida te reciben con todo su hedor . 
Una pistola recién usada yace inmóvil en la arena  húmeda de tu alcoba y una mano estremecedora se va deslizando por las pequeñas raíces del árbol centenario que vigila tu estancia. Comienzan a caer las primeras gotas del otoño y con ellas la tierra va enterrando el cuerpo sin vida de tu amor que se hunde en un barrizal de sangre. Aquí estoy yo, hacha en mano desprendiendo los miembros de su cuerpo para hacer más ameno su entierro y aprovechar el espacio de tu lecho de muerte. 
Acompañada por el sonido de los huesos quebrajados de mi afilada herramienta y el silencio sepulcral que caracteriza este momento, me dispongo a unir  cada miembro como si de un puzzle se tratase. Coloco los brazos en cada esquina. Las manos las junto con las muñecas. Las piernas las deposito en la parte inferior del agujero negro.  El tórax lo encajo en el centro de las piezas. Los pies me los llevo de recuerdo. Y para terminar, la cabeza  la posiciono en la parte superior mirando al cielo, para que lo primero que vea sea mi cara de satisfacción y tranquilidad. ¡Y ya está casi todo hecho! Sólo queda mostrarte el trabajo que me ha costado tanto realizar. 
Ahora veo la vida de otro color, quizás de un tono rojizo intenso, pues las salpicaduras de mi obra de arte penetraron en mis pupilas. Recojo la pistola testigo del fatal desenlace, y me dirijo al coche. Abro el maletero y con una gran sonrisa te doy la bienvenida a lo que será tu nuevo hogar.