Al final las palabras sólo quedan en eso, palabras, una gran verborrea compuesta por promesas que luego quedan olvidadas como si nunca hubiesen sido dichas, y una tan ingenua que se las cree por su carácter profundo. Las palabras acaban siendo una gran mentira para solapar a las anteriores, sí más palabras.
Se pueden expresar de diversas maneras, escritas en papel, a ordenador, a máquina o simplemente habladas pero nunca son representadas, nunca hay hechos, de ahí a que sean mentiras, o ¿sólo es en mi caso?
Se pueden expresar de diversas maneras, escritas en papel, a ordenador, a máquina o simplemente habladas pero nunca son representadas, nunca hay hechos, de ahí a que sean mentiras, o ¿sólo es en mi caso?
Lo cierto es que siempre me han dicho, me han jurado, me han ilusionado con el objetivo de... no sé, supongo que de alimentar su tiempo pueril mientras me brillaban los ojos al leerlas, al escucharlas. Más tarde ese brillo comenzaba a desaparecer y mis párpados ocultaban el color del iris mientras mis ilusiones desvanecían por momentos pues había descubierto la verdad, sólo fueron palabras.
He dejado pasar acciones que hubiesen nutrido mi vida de experiencias para invadir mi mente de cuentos que pensaba que algún día se harían realidad, que algún día dejarían de ser sólo una fantasía. No sé cuál es el objetivo de tanta retahíla si no obtienen nada, si no obtengo nada. Quizás la culpa de todo no fue de ellos, yo permití que llegaran a mis oídos y a mi vista, me hacían feliz en ese momento y sólo me arrepentía con el paso del tiempo cuando veía que no se cumplían, cuando mis días amanecían siempre nublados.
Ahora soy yo quien plasma letras que forman más vocablos ¡qué ironía! La diferencia es que yo no prometo nada, sólo reflejo la verdad de la mentira, sólo intento deshacerme de esas farsas y dejar de creer en el abecedario, mi cometido es volver a creer en hechos.
Ahora soy yo quien plasma letras que forman más vocablos ¡qué ironía! La diferencia es que yo no prometo nada, sólo reflejo la verdad de la mentira, sólo intento deshacerme de esas farsas y dejar de creer en el abecedario, mi cometido es volver a creer en hechos.
Me
parece increíble la cantidad de mentiras que una persona puede soltar
por la boca, al igual que me deja estupefacta que dicho sujeto comparta
la misma sangre que uno.
Perdonamos
traiciones que luego se vuelven a repetir para volverlas a perdonar, ¿o
me equivoco? ¿Cuántas veces habéis perdonado a la misma persona? Yo,
decenas.
Hace
poco aprendí viendo la película "El Padrino, Parte II" que si te
traicionan una vez la culpa es de los traidores, pero que si te
traicionan dos veces la culpa es tuya por permitirlo. El Padrino llegó a
matar a su propio hermano para así asegurarse de que no volvería a
traicionar a la familia, así que de la misma forma que el Padrino se
deshizo de la manzana podrida que estaba contagiando al resto de frutas,
yo me deshice de la lacra que malmetió en mi vida durante años, ¡ey, no
penséis mal! Mis manos no están llenas de sangre, simplemente puse
distancia de por medio, pues no hay mayor desprecio que la ignorancia.
Hoy
puedo decir que soy completamente feliz y que mi vida sólo la están
compartiendo los que se la han merecido gracias a la sinceridad,
honestidad y bondad de los mismos.